No se puede pretender defender tanta historia, tantas hazañas, tantas alegrías de la manera que ayer un puñado de simples jugadores de futbol lo hicieron. Para defender la causa verdiblanca se necesita más que pasión, se necesita casi dejar la vida en el sagrado campo del Corona sin importar y medir las consecuencias. Ayer simplemente vimos la ejemplificación más vil de un futbol sin sentimiento, sin el dolor impreso en el sudor por defender un ideal, una región entera.
Son ya cinco juegos en los que los Guerreros han venido precipitándose en caída libre, sin el mayor esfuerzo por recuperar aquel juego vistoso y digno de lucirse en la tierra que día a día vence al desierto y otros demonios. Aquella propuesta interesante que alguna vez presentó Rubén Omar Romano parece hoy estar pérdida entre el miedo a la explosión ofensiva innata de esta escuadra y la falta de orgullo propio e identidad por los once que pisan la cancha.
Poco, muy poco se puede rescatar de la derrota, dolorosa y hasta humillante, ante el enemigo acérrimo. Hoy el Coloso de Norte se llama Monterrey. Rayados del Monterrey. La Laguna se queda atrás, sufriendo entre la pasión de su afición y la indiferencia de su equipo, esos quienes en ocasiones llamamos Guerreros y que a veces solo el mote y el recuerdo queda.
Son ya cinco juegos en los que los Guerreros han venido precipitándose en caída libre, sin el mayor esfuerzo por recuperar aquel juego vistoso y digno de lucirse en la tierra que día a día vence al desierto y otros demonios. Aquella propuesta interesante que alguna vez presentó Rubén Omar Romano parece hoy estar pérdida entre el miedo a la explosión ofensiva innata de esta escuadra y la falta de orgullo propio e identidad por los once que pisan la cancha.
Poco, muy poco se puede rescatar de la derrota, dolorosa y hasta humillante, ante el enemigo acérrimo. Hoy el Coloso de Norte se llama Monterrey. Rayados del Monterrey. La Laguna se queda atrás, sufriendo entre la pasión de su afición y la indiferencia de su equipo, esos quienes en ocasiones llamamos Guerreros y que a veces solo el mote y el recuerdo queda.
*Imagen Medio Tiempo.
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