El Bien contra el Mal, el blanco contra el rojo, una lucha ancestral que hoy nuevamente pondrá en el aire, en esa atmósfera cálida de la laguna, la esperanza de dos grandes legiones en busca de una sola cosa: LA VICTORIA.
La historia misma, plagada de grandes batallas entre los Diablos y Santos, hoy parece estar escéptica de las estadísticas y del pasado. Poco a tiempo a transcurrido de esa gran ultima batalla en la que la legión del Bien, la de los verdi blancos, sucumbió antes sus propios errores y temores capitalizados de manera efectiva por el Diablo, en su propia casa, en el Averno.
Hoy, el futbol como la vida misma exige justicia divina. Hoy en el sagrado Campo de la Laguna los nuestros tendrán en sus manos la espada que haga equilibrar las derrotas entre ambas escuadras. Hoy toca ver morir al Diablo, aunque solo sea una batalla, el Bien deberá prevalecer.
La historia misma, plagada de grandes batallas entre los Diablos y Santos, hoy parece estar escéptica de las estadísticas y del pasado. Poco a tiempo a transcurrido de esa gran ultima batalla en la que la legión del Bien, la de los verdi blancos, sucumbió antes sus propios errores y temores capitalizados de manera efectiva por el Diablo, en su propia casa, en el Averno.
Hoy, el futbol como la vida misma exige justicia divina. Hoy en el sagrado Campo de la Laguna los nuestros tendrán en sus manos la espada que haga equilibrar las derrotas entre ambas escuadras. Hoy toca ver morir al Diablo, aunque solo sea una batalla, el Bien deberá prevalecer.
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