Uno puede decir que el futbol son muchas cosas las que le venga en gana: que son once contra once en calzoncillos; que no es mas que un juego; que es el opio del pueblo; que futbol es futbol; o que lo hemos convertido en un negocio disparatado de interés general y beneficios muy particulares…Pero eso no puede ser todo, es imposible. No es suficiente. El futbol, como la filosofía, busca la verdad del ser humano y los caminos trazados en los dos ámbitos tienen
sus paralelismos..

sábado, 22 de agosto de 2009

La vida de un volante

Hoy cuando hacia las compras y despensa semanal que rigurosamente absorbe el 5% de mi ingreso mensual, comencé a cavilar y a divagar sobre varias cosas de nuestro mundo y universo. Cuando esas cavilaciones eran de lo más profundas de repente algo, o más bien alguien me saco de esa concentración que solo los pasillos del centro comercial puede dar: una muchacha algo proporcionada me entregó un volante con las ofertas del día. Al recoger el “papelito” medio lo leí, medio le preste algo de atención y al caminar unos cuantos metros lo deposite en un pequeño bote de basura. Al dejar el papelito mis profundas cavilaciones regresaron, ahora orientadas a destino final de ese pequeño panfleto comercial. ¿Qué será de ese volantito? ¿Cómo terminará su vida útil el pobre papelito que solo duró un par de minutos en mis manos y que en la primera oportunidad lo deseche?
Indudablemente habrá volantes que terminen su vida de manera exitosa, es decir aquellos lograron su cometido, informaron a alguien de algo y lo más importante, lo convencieron. Esos volantes podrán morir felices y sea cual sea su destino final habrán cumplido con su misión. Estoy casi seguro que estos volantes que obraron bien y cumplieron su misión tendrán un final feliz; tal vez sean reciclados en algún centro especializado para estas actividades y podrán re-encarnar en otro importante papelito, quien quite y terminen en algún libro o en algo mas importante.
Por otro lado habrá volantes que no corran con tanta suerte como el que yo deseche. Si la vida del volante es como la vida de los humanos habrá algunos que no tengan las oportunidades de lograr sus objetivos; habrá unos que al ser depositados en los cestos de basura por alguna razón aleatoria del destino salgan de ese lugar, sean atrapados por un perro, miados, cortados, mutilados, o en el peor y más triste de los casos sean el sustituto de algún papel higiénico en algún momento crítico de cualquier humano en apuros dentro de un baño público. Tristemente habrá volantes que se desintegren lenta y dolorosamente hasta desaparecer.

Entonces la vida es como un volante pues, habrá quienes logres sus metas, vivan y mueran felices y tal vez, alguien supremo los haga re-encarnar; habrá otros simplemente que con esa suerte no contaran.

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