Han terminado ya las cinco primeras jornadas del balompié azteca en su versión Bicentenario 2010. Después de 810 minutos jugados pareciera que la estirpe nacional personificada por el Rebaño Sagrado se erige en la cima de la tabla general como un breve y simbólico homenaje a los héroes que han hecho patria de esta Nación. (¿?)
En lo que respecta a nuestro sufriente-aunque hoy parece no estarlo-Santos Laguna, ha logrado sumar ya 10 puntos resultado de 3 victorias, 1 empate y una derrota. Cualquiera que viera los números de manera fría pensaría que el funcionamiento de la escuadra lagunera es el óptimo, sin embargo la mayoría que portamos la camisa verdi-blanca domingo a domingo sabemos que aun hay demasiado trabajo que hacer.
Haciendo un breve análisis del once titular que ha jugado en recientes encuentros podemos encontrar fuertes áreas de oportunidad-por no decir errores- en la línea defensiva. La línea de cuatro, y a veces de cinco, no ha sido del todo eficiente en su accionar; si bien en los dos últimos juegos no se ha recibido gol, la central compuesta por Santiago y Lacerda muestra todavía una desubicación evidente en la cancha, mas aun por el ímpetu constante del uruguayo por salir con balón dominado e intentar llegar a la portería contraria y hacer daño.
En la media cancha parece estar la sección más estable del equipo. Indudablemente el “Chato” está dando esa tranquilidad y “timing” que la escuadra lagunera requiere para defender y ofender; Ludueña parece despertar del letargo mental en el que aun se encuentra sumido y el lorito se “encancha” cada vez mas. Una de las modificaciones que se pedían a gritos era la salida de la alineación de Fernando Arce. Su accionar por las bandas ya no era la necesaria por la dinámica del equipo lo que le valió con gran fuerza y contundencia un lugar en la banca. Si bien Carlos Adían Morales aun se ve fuera de ritmo su contundencia al ataque y efectividad por las bandas puede hacer la diferencia en el funcionamiento de la escuadra lagunera.
Ya adelante volvemos a tener luz y sombra de manera marcada. Por un lado esta Darwin que personalmente no encuentro las maravillas que tanto pregonan los comentaristas futboleros y que por el contrario falla más que cualquier Pepito crack en juegos de banqueta y de barrio. Junto con el nuestro Matías Vuoso que sigue sumido en la falta de gol pero que su garra y pundonor son admirables en todo momento. Por el otro lado, haciendo algo de balanza esta Oribe que de manera discreta esta ganándose la titularidad y que gracias a sus goles se han podido sumar de a tres en más de un encuentro.
En fin, así pues las cosas al término de la J5. Estamos todavía en la recta inicial. Falta mucho camino por recorrer y muchos errores que corregir. Pero se va por el camino, el cual de seguir así, obviamente en el camino de la mejora continua, seguramente estaremos del otro lado jugando una liguilla mas en busca de la Corona.
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