Uno puede decir que el futbol son muchas cosas las que le venga en gana: que son once contra once en calzoncillos; que no es mas que un juego; que es el opio del pueblo; que futbol es futbol; o que lo hemos convertido en un negocio disparatado de interés general y beneficios muy particulares…Pero eso no puede ser todo, es imposible. No es suficiente. El futbol, como la filosofía, busca la verdad del ser humano y los caminos trazados en los dos ámbitos tienen
sus paralelismos..

martes, 22 de septiembre de 2009

Muerte en el Metro


15:30 hrs, Esto de regresar a la casa en metro ya es toda una costumbre, amontonada y olorosa costumbre. Todos los que aquí vamos nos hemos familiarizado ya con el vaivén de nosotros mismos; pudiera decir que los que aquí vamos nos conocemos sin hablar; pareciera que nos entendemos solo con mirar.
Este amontonamiento de personas, clásico del mediodía que para cualquier foráneo o extranjero a esta gran ciudad atemorizaría, es cada vez más propio de mí. Eso como si fuera un ritual al que todos los que pretendemos trabajar por el futuro de nuestros hijos en este apretado país debemos acostumbrarnos sin claudicar.
En fin, lo bueno que hoy es viernes y veré a mi familia, a mi mujer, a mi niña. Sé que el esfuerzo que hago por ellas se reditúa, poco a poco, en pequeñas satisfacciones que todavía se pueden obtener. Que calor! Aun y con estas lluvias la ciudad sigue caliente, el piso quema y tal vez sea por la temperatura corporal que la vida diaria nos hace emitir; lo bueno que en este vagón voy casi en la puerta, cerca de una ventanilla que por una rendija deja correr un soplo de viento
En la pasada parada, entró más gente al vagón; Es tanto el cúmulo de personas en tan pequeña área definida que el movimiento de las extremidades, superiores o inferiores, es casi nulo. Solo la mano que me sujeta de esta barra pegajosa es la que presume algo de movilidad.
Nueva parada: Más gente por entrar. Es una multitud pequeña, vista desde la puerta automática del vagón que se abre….Veo una niña aferrándose a la mano de su probable madre, un montón de estudiantes, niños, muchachitas y señoras, algunas de ellas con “mandadito” en bolsas de tela. El movimiento es continuo y paradójicamente la entrada de la gente al vagón es lenta. El murmullo de la gente es continuo y sonoramente constante; ¡Un ruido extraño! ¿Qué es eso?¿Qué pasa? Algo pasa entre esa multitud que se aproxima a entrar lentamente en el vagón.
A lo lejos veo a un hombre con “cachucha” azul; no, es más bien un gorro, Si! De policía tal vez. No alcanzo a ver mas…más ruido…se escucha forcejeo, la gente no se inmuta; Que fue eso! Un cohete? La gente se alerta, corre, ¿qué pasa? No puedo ver.
Todo es muy rápido, la gente corre y esa multitud que poco avanzaba se desvanece, los que estábamos adentro del vagón gritan, la niña que se aferraba a esa mujer llora y se acurruca en ella, si es su madre…
Lo veo, ¿quién es él? Entre las miradas que reconozco en ese vagón que me transporta todos los días a mi hogar, esta es la más extraña, más bien extranjera.
Escasos tres metros esta aquel hombre de cachucha azul; indudablemente es, o era más bien, un policía. Ahí yace, sangre en su alrededor; cuanto a pasado, un minutos, dos, no sé.
Lo inevitable esta por pasar. La mirada de aquel extraño se cruza con la mía y lo que sigue solo Dios sabe que va a pasar. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué le disparó al hombre de gorro azul? ¿Qué pasa en nuestro país y con nuestra gente que cada vez es más común respirar la crueldad de la humanidad? No hay mas, corro hacia él. Es más mi ímpetu que la estrategia misa por someter a aquel extraño.
¿Qué es eso? Siento calor en mi pecho, sangre, si es sangre. Maldita sea esta hora! No te veré mas Claudia, no te besare más! Nunca había creído hasta aquel momento en la frase vi la vida pasar en un segundo, pero así fue; Fernanda ya no te veré crecer, ya no te podre cuidar. ¡Maldita seas hora en que me pusiste aquí¡ Mi purgatorio ha iniciado.
¡Lo sujeto, lo tengo¡ Lo puedo detener, el arma, si, esa pistola apenas le veo y siento rabia por lo que me ha hecho, la vida que está terminando en tan solo pocos segundo; ¡Lo sujeto, no! Caigo.
Me tiene en el suelo, forcejeamos aun mas, lo veo, me ve…PUM. Es todo
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Yo pude haber sido Él. Todos estamos expuestos en esta país en donde la violencia cada vez crece y se propaga. ¿Hasta donde?¿Hasta cuando?En homenaje a Esteban Cervantes.

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