Han pasado escasas 24 horas de la término de la pesadilla en el TSM; han pasado escasas 24 horas del silbatazo final de Marco Antonio Rodríguez y con él, el inicio de la renovación guerrera; Bastaron no más de 24 horas para que la alta dirección respondiera al clamor popular de la Laguna entera: Rubén Omar Romano, perdedor de dos finales consecutivas con los de la Comarca, esta fuera de la institución Verdi blanca.
Las razones son muchas y muy variadas y van desde el pobre accionar futbolístico que venía demeritando la mística guerrera hasta las desafortunadas declaraciones y gesticulaciones de Don Rubén encarando a la turba lagunera sedienta de triunfos y alegrías. Quienes estuvimos en el TSM vimos como minuto a minuto Rubén Omar poco a poco se despedía del banquillo lagunero. Pocos gritos a su escudara enmarcada de un andar nervioso en el área técnica vaticinaban lo inevitable: su salida.
Las reflexiones deben de ser muchas para el amplio entorno que rodea la organización Guerrera. Con la salida de Don Rubén no se elimina del todo el mediocre accionar de la escuadra. Cierto, puede venir un estratega que vuelva a encontrar la brújula de esta nave sin embargo también se ve necesario pensar en una renovación del talento dentro de la cancha. Jugadores como el mismo Hacha Ludueña están ya de sobra en el esquema lagunero, y su comunión con la afición cada vez es mas ríspida y distante.
Así pues la laguna amanece sin capitán, sin estratega para las siguientes batallas. La legión entera esta hambrienta de triunfo y de venganza. La Laguna entera quiere gritar nuevamente y perderse en la pasión que solo el verde y blanco saben generar.
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