Habían pasado ya los primeros 45 minutos del inicio del Bicentenario en el majestuoso Estadio Corona y los nuestros, los de la Comarca mostraban una inconsistencia dentro del campo de futbol, originado principalmente por los acomodos defensivos que Romano envio al terreno de juego.
El futuro cercano no era nada alentador, sin embargo resurgió desde el olvido e indeferencia de la Laguna un verdadero Guerrero: Oribe Peralta. Es aquí cuando hacemos un paréntesis y recordamos que la salida de este lagunero no fue la mejor y como coloquialmente se dice, salió por la puerta de atrás del ya demolido Coloso de las Carolinas. Tubo que emigrar a lo mas alejado del país, a la selva lacandona en donde a base de garra, la cual siempre lo ha caracterizado, demostró su peso y valor dentro del terreno de juego.
Volviendo al TSM, los Lagunácticos, mas con sufrimiento y pasión demostraron que pueden estar para cosas importantes. Sabemos de antemano que aun existen muchos miedos que el Sr. Romano tendrá que superar juego con juego, sin embargo hay esta la posibilidad de hacer de este equipo verdiblanco una escuadra competitiva dentro del Torneo local.
Hay mucho que mejorar, eso es indudable sin embargo lo rescatable de estos primeros 90 minutos son los primeros tres puntos los cuales dan fortaleza a los laguneros en el grupo tres el cual seguramente será uno de los mas apretados del Campeonato.
En horabuena para todos los que portamos con orgullo la camisa guerrera domingo a domingo. Hoy hay que disfrutar, ya mañana Dios dirá...
Para el apunte, análisis y reflexión: Arce se merece la banca; Baloy bien a secas aunque tiene mucho que mejorar; Toro, a echarle ganas que Oribe viene con todo; Don Romano, felicidades!, las cosas malas no duran para siempre...
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