Hoy ha terminado ya el gran circo electoral dentro de nuestro querido y bellísimo estado, Coahuila. Después de más de un mes de estar escuchando las propuestas -bueno la verdad muy pocas propuestas pensantes y trascendentes- la suerte está echada y hoy sabremos cómo quedará configurada la distribución política de nuestro estado.
Después de esta etapa electoral y de unas elecciones en las que seguramente el gran ganador nuevamente será el abstencionismo, todo parece indicar que los 38 municipios de este desértico y cálido estado serán coloreados por el verde, el blanco y el rojo al más puro estilo del PRI de los 30 en donde el carro completo se llenaba de los mismos co-partidarios.
La enseñanza para los partidos de oposición deberá ser muy sencilla y básica: cuando llegues a ganar no hagas exactamente lo mismo a los que por décadas batallaste para derrocar. Los errores del panismo lagunero son visibles y tristemente lamentables a los ojos de aquellos que alguna vez confiamos en ellos. Si los pronósticos y las probabilidades no fallan los laguneros serán nuevamente gobernados por el dedo tricolor del revolucionario institucional. Bueno o malo, el tiempo lo dirá, pero lo que sí es un hecho es que esta derrota, dolorosísima y contundente para el panismo nacional deberá hacer llegar a la reflexión a los que algún día se afiliaron al pensamiento de gran Gómez Morín.
Fuera de Torreón, la maquinaria Priísta estaba ya muy consolidada y pocas deberán ser las sorpresas. Tal vez otro de los sobresaltos sea la derrota también de los blanquiazules en tierras ramosarzipenses. Después de 3 años regulares de Ricardo Aguirre por estas tierras el poder emanado del Profe Moreira deberá disolver los esfuerzos que algún día los panistas lograron en esas tierras.
Los festejos serán muchos y muy desbordados. Los Moreiristas darán de gritos por las calles y por los medios de comunicación y “el nuevo PRI” estará más fuerte que nunca en la región. ¿Qué ganamos los simples mortales y los de a pie? Los más probable que muy poco o casi nada. Las propuestas que se hicieron no son más que lo mismo; faltas de creatividad. En fin, este es nuestro Estado, este es el Estado mas priísta del mundo, nos duela o no, esa es la realidad.
La enseñanza para los partidos de oposición deberá ser muy sencilla y básica: cuando llegues a ganar no hagas exactamente lo mismo a los que por décadas batallaste para derrocar. Los errores del panismo lagunero son visibles y tristemente lamentables a los ojos de aquellos que alguna vez confiamos en ellos. Si los pronósticos y las probabilidades no fallan los laguneros serán nuevamente gobernados por el dedo tricolor del revolucionario institucional. Bueno o malo, el tiempo lo dirá, pero lo que sí es un hecho es que esta derrota, dolorosísima y contundente para el panismo nacional deberá hacer llegar a la reflexión a los que algún día se afiliaron al pensamiento de gran Gómez Morín.
Fuera de Torreón, la maquinaria Priísta estaba ya muy consolidada y pocas deberán ser las sorpresas. Tal vez otro de los sobresaltos sea la derrota también de los blanquiazules en tierras ramosarzipenses. Después de 3 años regulares de Ricardo Aguirre por estas tierras el poder emanado del Profe Moreira deberá disolver los esfuerzos que algún día los panistas lograron en esas tierras.
Los festejos serán muchos y muy desbordados. Los Moreiristas darán de gritos por las calles y por los medios de comunicación y “el nuevo PRI” estará más fuerte que nunca en la región. ¿Qué ganamos los simples mortales y los de a pie? Los más probable que muy poco o casi nada. Las propuestas que se hicieron no son más que lo mismo; faltas de creatividad. En fin, este es nuestro Estado, este es el Estado mas priísta del mundo, nos duela o no, esa es la realidad.
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